Texto: Iuskani Arroyo
La edición de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 ha servido como el escenario donde las sirenas mexicanas, Nuria Diosdado y Joana Jiménez han superado las adversidades y han emergido con una gran fuerza. Esta dupla de nadadoras ha logrado una victoria histórica al conseguir la medalla de oro en la prueba de rutina técnica, asegurando así su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024.
El 2023 ha sido un año de verdaderos desafíos para las nadadoras mexicanas, en especial para el equipo encabezado por Nuria Diosdado. Se han visto envueltas en una intensa controversia mediática y legal, impulsada por Ana Gabriela Guevara, la directora general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte. Guevara ha empleado tácticas controvertidas, como la retención de becas y declaraciones despectivas, como «por mí que vendan calzones», para presionar y desafiar a las nadadoras.
Joana Jiménez ha compartido sus reflexiones acerca de esta temporada, que ha sido una verdadera prueba de resistencia desde agosto del año anterior.
«Esta temporada ha sido extenuante, comenzando desde agosto del año pasado, y ha estado marcada por los desafíos constantes que hemos afrontado. No obstante, como equipo, hemos superado todas las adversidades y nos hemos mantenido enfocadas en nuestro objetivo. De manera literal, como el ave fénix, hemos renacido de las cenizas», explicó Jiménez.
Para Jiménez, quien se prepara para competir en sus segundos Juegos Olímpicos, la rutina presentada en la piscina del Complejo Acuático en el Polideportivo del Estadio Nacional es una victoria personal en medio de la batalla que la Conade ha librado contra el deporte acuático mexicano.
«Esta rutina simboliza el renacimiento del ave fénix, un tema que elegimos debido a los numerosos desafíos, críticas y ataques que hemos enfrentado desde diversas direcciones. Estos obstáculos nos han fortalecido. Hemos resurgido de las adversidades y los ataques constantes».
Nuria Diosdado comparte la perspectiva de su compañera, destacando que las rutinas, tanto en parejas como en equipo, son un testimonio del inquebrantable espíritu de lucha de las sirenas para superar todos los obstáculos fuera del agua.
«Estas rutinas reflejan nuestra dedicación, determinación y la firme convicción de que todo nuestro esfuerzo ha valido la pena. No importa los desafíos que se nos presenten, el equipo de nado sincronizado mexicano siempre estará un paso adelante, impulsado por nuestra pasión y determinación», explicó la capitana de la selección mexicana de natación artística.