El mariscal de campo de los Jets de Nueva York, Aaron Rodgers negó tener conflictos con el entrenador del equipo, Robert Saleh, previo al duelo que sostendrán los neoyorquinos ante los Minnesota Vikings este domingo en Londres.
«Creo que hay alguna fuerza impulsora que intenta poner una cuña desde fuera del equipo entre Robert y yo, pero no hay nada de eso. Somos muy buenos amigos», afirmó.
La relación entre Rodgers y Saleh ha estado bajo la lupa desde que el mariscal de campo fue multado por no presentarse al campamento obligatorio del verano pasado porque se encontraba de vacaciones en Egipto. Una tensión que aumentó en el partido de la semana 3 en el que los Jets superaron a los New England Patriots.
La controversia surgió luego de que Rodgers conectó su segundo pase de anotación de ese juego; al acercarse a la banca, Robert Saleh intentó abrazarlo, pero el quarterback lo detuvo y apartó de su cuerpo de manera brusca para evitar el abrazo.
A esto se agregó la conferencia de prensa que dio el coach posterior a la derrota de la semana 4 ante los Denver Broncos en el que la línea ofensiva cometió cinco salidas en falso.
Algo que criticó el entrenador, quien dejó entrever que quizá Rodgers debería considerar moderar la ‘complicada’ cadencia que ocupa para confundir a las defensivas contrarias, pero que en ese juego afectó a su equipo.
«Nos llevamos muy bien. Pasamos tiempo casi todos los días en su oficina hablando de cosas, de la energía y concentración del equipo y de lo que tenemos que hacer, de cómo puedo ayudarlo a él y cómo él puede ayudarme a mí. Tenemos una gran relación», concluyó Rodgers.
*Con información de Agencia EFE