
Don Olegario Vázquez Raña fue un hombre que desde que encontró su pasión por el deporte en el tiro deportivo y representar a México en los Juegos Olímpicos de Tokio 64, México 68, Múnich 72 y Montreal 76, inició su ideal por apoyar al deporte olímpico hasta convertirse en un ejemplo a seguir.
Nacido el 10 de diciembre de 1935, durante su carrera deportiva obtuvo grandes logros que trascendieron en las generaciones de su deporte tanto en Juegos Olímpicos como en Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos y Copas del Mundo.
Su liderazgo marcó una etapa importante en el deporte, que trascendió al ocupar varios cargos relevantes como ser presidente de la Federación Internacional de Tiro Deportivo (ISSF) de 1980 a 2018 y presidente de la Confederación de Tiro de las Américas de 1979 a 2010.
En 1992 fue nombrado presidente Honorario Vitalicio de la Federación Mexicana de Tiro, en 1969 fue elegido como Miembro Honorario Vitalicio del Comité Olímpico Mexicano (COM) y en 1995 nombrado Miembro Honorario del Comité Olímpico Internacional (COI).
Pero además de ser parte importante en el deporte, su liderazgo no sólo se quedó en esa área, también ingresó a la parte empresarial en sectores de salud, medios de comunicación y financiero y desde luego a la filantropía.
Antes de ser seleccionado nacional, Olegario Vázquez Raña jugó tenis, pero fue más su pasión por el tiro deportivo en donde logró hazañas memorables como ser el único mexicano en romper un récord mundial. Llevó a su vitrina 18 medallas conseguidas en los certámenes del ciclo olímpico en donde dejó huella.
“Fue un hombre entregado al deporte. Siempre con el ideal olímpico y comprometido por el deporte del país. Deja un gran legado, son sólo en el deporte, sino en todos los sectores sociales del país”, dijo la presidenta del Comité Olímpico Mexicano (COM), María José Alcalá Izguerra.
Don Olegario Vázquez Raña fue un competidor de talla mundial que en cada tiro dejó la marca de México y se convirtió en uno de los empresarios influyentes del país.
“Fue un honor ser testigo del gran empresario y un extraordinario líder deportivo, afortunada por conocer su calidez humana. Sin duda un amigo leal, consejero sabio y hombre ejemplar”, agregó Alcalá Izguerra.
Deja su legado en las letras, con su obra “Mi Vida en el Deporte”, una autobiográfica en donde habla de su carrera deportiva y aspectos que vivió en esta etapa.
Fue un promotor del tiro deportivo en México, en especial con el torneo internacional Benito Juárez que se realizaba en el Campo Martes. Aquellas inauguraciones eran magistrales en el Palacio de Bellas Artes, con la presentación del Ballet de Amalia Hernández..
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