El piloto mexicano Sergio Pérez señaló que algunos de los ingenieros de Red Bull le ofrecieron disculpas, al quedar demostrado que Checo siempre tuvo razón respecto a los problemas del RB20, pero que no eran tomados en cuenta debido a los resultados que estaba registrando su compañero Max Verstappen.
“Algunos de los ingenieros después de Monza vinieron a mí y se disculparon”.
“Creo que el problema que tuve a principios de año es que tenía un coche que no podía pilotar. Me sentía incómodo con él llegando a las curvas sin saber qué iba a hacer (…), pero creo que ahora el equipo ha encontrado una dirección para muchos de nuestros problemas, así que ahora al menos sabemos cuáles son los problemas, y podemos conducir alrededor de ellos”, señaló.
El mexicano también expresó que siempre ha recibido apoyo de sus ingenieros, incluyendo los malos momentos de la actual temporada que lo han mantenido alejado del podio.
“Siempre he tenido todo el apoyo de todos los ingenieros. También se especulaba sobre ello y, la genta hablaba, que el problema era que no me centraba lo suficiente en mis carreras o en otras cosas, pero al final, estoy contento de haber descubierto el problema y de poder centrarnos en él y mejorarlo”, comentó.
El mexicano se prepara para disputar este fin de semana el Gran Premio de Singapur, en el que a pesar de las fallas en el auto espera volver a colocarse en las posiciones de podio, luego de que en Azerbaiyán un contacto con el piloto de Ferrari, Carlos Sainz, lo privara de finalizar en la tercera plaza.
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