Durante un partido de futbol disputado en Indonesia se reportó que al menos 127 personas fallecieron y 189 resultaron heridas luego de una campal producida en las tribunas y que se incrementó en todo el estadio.
El altercado se produjo cuando los fanáticos del Arema FC entraron al terreno de juego tras la derrota de su equipo 2-3 ante el Persebaya Surayaba, en el estadio Kanjuruhan. La policía intentó reprimir la invasión de campo, utilizando botes de humo. Los aficionados comenzaron a correr despavoridos produciéndose una montonera que desembocó en masacre. Caídas, gritos de personas pidiendo auxilio. Muchos de los fallecidos quedaron atrapados sin poder moverse y murieron asfixiados o pisoteados por la turba.