Djokovic llegó a los titulares del mundo en enero de este mismo año cuando le cancelaron su visa dos veces después de llegar a Melbourne sin vacunarse. Finalmente fue deportado después de pasar un tiempo entrando y saliendo de un hotel de detención del gobierno, que conlleva una prohibición automática de tres años para regresar al país. En ese momento, Kyrgios fue uno de los pocos jugadores que habló en defensa del 21 veces campeón de Grand Slam, y una vez más mostró su apoyo a Djokovic cuando pidió a los australianos que lo recibieran con los «brazos abiertos» si regresaba.
En palabras recogidas por Ubitennis desde medios de su país dijo: «Espero que pueda competir. El tenis no puede permitirse una ausencia como la suya, que sería irremplazable. Novak es una de las razones por las que me dedico al tenis y sería muy duro no verle aquí. Creo que Australia le recibirá con los brazos abiertos», comentó.