Hace unas semanas, Jacksonville Jaguars convirtió a Trevor Lawrence en el mariscal de campo mejor pago de la NFL, tomando en cuenta el promedio anual. Su extensión de cinco años y $275 millones iguala el promedio por temporada de $55M que hasta el momento sólo ostentaba Joe Burrow, de Cincinnati Bengals.
El acuerdo ofrece $142 millones totalmente garantizados y otros $58M garantizados en caso de lesión. La pregunta es, ¿está o no a la altura de semejante contrato?
Trevor Lawrence, primerísima selección global del Draft de 2021, es el único de los cinco mariscales elegidos ese año que permanece con el equipo que lo fichó. Zach Wilson (2° selección global) está en sus últimos días con New York Jets, que lo canjearán o lo despedirán; Trey Lance, por quien San Francisco 49ers ascendió al puesto número 3, sacrificando tres selecciones de primera vuelta y una de tercera, fue canjeado a Dallas Cowboys, donde es reserva; Justin Fields (12° global) fue recientemente canjeado de Chicago Bears a Pittsburgh Steelers (comenzaría como suplente de Russell Wilson); y Mac Jones (15° global), la gran apuesta de New England Patriots para su reconstrucción, fue canjeado a Jacksonville Jaguars, que lo utilizará como respaldo de Lawrence.
No hay duda alguna que Trevor Lawrence es un gran talento. Mide 1,98 metros, tiene un gran brazo y puede correr como una gacela. Ha mostrado destellos y periodos de alta eficiencia.
Incluso muchos no se habrían inmutado si hubiera obtenido la gran extensión de contrato después de su destacada segunda temporada en 2022. Sin embargo, el acuerdo llegó después de una temporada de regresión. En 2023, sólo en un juego consiguió más de dos pases anotadores y pasó del sexto lugar en el ranking de Puntos Esperados Agregados (EPA, en inglés) en 2022 al decimosexto. Explicado brevemente, los EPA miden los puntos que se esperan obtener al final del drive en función de la situación de juego.
Dicho esto, cuando se compara la tercera temporada de Lawrence en la NFL (2023) con la de mariscales de campo jóvenes de élite a quienes también se les extendió el contrato después de su tercer año (Joe Burrow, Justin Herbert, Jalen Hurts y Kyler Murray), sus cifras no fueron las mejores.
Lawrence tuvo el peor índice de pasador (88,5), el porcentaje de pases completos más bajo (65.6) y la menor cantidad de pases de touchdown (14). Además, sus 14 intercepciones lideraron el grupo, al igual que sus nueve balones sueltos.